Biografía
Una vida dedicada al arte
Francisco Antonio Cásedas Romano ve la luz en 1950. El aprecio y la búsqueda de la belleza en todas sus formas se convertirán en una constante en su vida, como expresa en su primera exposición individual en 1973, titulada Estética Española y otras Yerbas: «Beber en la fuente de la belleza es apurar el néctar de la vida».
En esta muestra, personajes como Alfil con flauta, Ángel ensoberbecido o La Sota enamorada despliegan una poética ironía.
Continuará experimentando con la figuración y la abstracción, hibridando ambas en ocasiones.
Más adelante, tras recibir el Premio San Jorge de Pintura en 1977, su obra irá tornándose cada vez más onírica y misteriosa, con ensoñadores paisajes poblados de piedras que cobran vida y de ángeles en tierra, en una especie de mística adoración a la naturaleza, la mujer y la luz.
